San Juan de Louredo resumido

San Xoán de Louredo es una parroquia que pertenece al arciprestazgo de Ribadavia, en la diócesis de Ourense. Antes de la reforma diocesana del pasado 2013, desde 1955, pertenecía al de Cortegada. Anteriormente, había formado parte de O Pao. Actualmente, es una parroquia de pleno derecho, aunque la gente aún recuerda cuando era aneja de san Benito de O Rabiño. De hecho, allí sigue el cementerio parroquial.


San Juan de Louredo forma parte, actualmente y desde el 2013, del arciprestazgo de Ribadavia. Anteriormente, desde 1955, a Cortegada. Aquí dejo una captura del mapa diocesano actual y una nota histórica acerca de los arciprestazgos ourensanos, sacada del libro de la editorial BAC que recoge la historia de Ourense.

En 1989: https://cutt.ly/nlze8V8

Decreto y Carta pastoral de 2013: http://www.obisdocourense.es/.../pastoral_arciprestazgos.pdf

La iglesia de Louredo

Antes de la fiesta de san Juan bautista se celebra la novena, que este año es a las 21 h, en la iglesia parroquial. Así que podemos reseñar algunos datos sobre el templo.

¿Sabías que el arquitecto de Beariz, Daniel Vázquez Gulías, participó en el diseño final del templo? Y no fue el único templo en el que dejó huella, pues la iglesia de Cortegada es obra suya.


De palabra, don Pepe, vecino de Louredo y gran apasionado de su historia, dijo que en los planos del templo intervino el arquitecto. En un artículo, Don Enrique Bande recoge el mismo dato. También en una nota histórica publicada en la parroquia en 2003. Tal nota histórica parroquial de 2003 contiene información muy interesante y sintetizada: el coadjutor Constantino Rodríguez obtiene permiso diocesano para la construcción en 1895, en 1904 se hace cargo del proyecto don Daniel V. Gulías, las obras irán en dos partes con diferentes contratistas (1907 y 1911)...

En carta de 4 de julio de 1913, publicada en el Boletín Diocesano, el rvdo. Constantino Rodríguez da una serie de datos interesantes: que la iglesia es de nueva construcción, que se inauguró el día de la fiesta de San Juan, que se trasladaron imágenes de santos y del Santísimo Sacramento de la iglesia vieja a la nueva, que su construcción demoró 6 años,... Tal celebración fue recogida por algunos diarios de la época, en brevísimas notas.


La iglesia no sigue la tradicional construcción con el altar cara el naciente y la puerta mayor al poniente. El caso es que parece que el terreno disponible no permitía las medidas actuales con la debida orientación tradicional. 

Foto del 20 de julio de 2019

La iglesia parroquial de san Xoán de Louredo, Cortegada, no sigue los cánones de viejos templos, cuyo altar mayor miraba cara Oriente. Todo el pueblo, con el ministro sagrado al frente, miraban cara el mismo punto: al nacimiento del Sol. El efecto era mayor en pasadas fechas, cuando la Misa solo se celebraba por la mañana.

Aquí puede que el terreno modificase esta costumbre, de modo que la construcción se adaptó al suelo y las construcciones cercanas.

Cercanas las 20 h, el sol del atardecer ilumina la zona del muro del altar mayor. El campanario se levanta sobre la puerta mayor.

De construcción sencilla, consta de una sola nave, con espadaña sobre la puerta principal, con espacio para dos campanas, y dos locales a ambos lados del presbiterio, siendo uno sacristía y otro almacén. Las campanas llevan dos años distintos: la grande es de 1923, mientras que la pequeña es de 1953, siendo la fundición Malingre (del mismo año y fundición es la estatua de bronce dedicada a Monseñor Francisco Blanco Nájera, situada en el claustro de la Seminario Mayor de Ourense). Según testigos de la época, las dos campanas eran del 23, pero la pequeña se resquebrajó y hubo que refundirla. 1923 es el mismo año que aparece en una de las piedras de la columna a la entrada a los diestros (y una barandilla en la plaza de O Cazapedo). A los lados del templo se alzan dos contrafuertes de piedra en cada lado.

Imágenes del santo

Procesional:

Su factura es sencilla, pero detallada, de material ligero, restaurada hace unos años. Vino de la antigua capilla, desacralizada y situada en el barrio de Louredo. Así que, aunque pobre, estamos ante una imagen con historia.

Durante la novena y fiesta, en una mano, lleva un "milleiro", una planta de maíz; en otra lleva un racimo verde de uvas. Son elementos vegetales sacados de nuestras tierras, un resumen de los esfuerzos de nuestros labriegos. Son, también, dos elementos simbólicos de primer orden: de ellos salen pan y vino, y ya se sabe que "con pan y vino se hace el camino". Tradicionalmente, son dos exvotos con los que se acompaña la imagen. Ahora le ponen cadenas y similares. Los elementos vegetales representan a todo el pueblo, otros exvotos son ofrecimientos individuales.

Esta imagen está a la vista de todos durante la novena y es la que sale en procesión por el pueblo el día de la fiesta.

¿Dónde la puedes ver el resto del año? Mirando cara al altar mayor, en una peana a la izquierda. Esto da para un dato curioso: enfrente de esa peana hay otra, con la segunda y única imagen que se conserva de la vieja capilla. Se trata de una imagen románica, o de estilo románico, policromada, que representa a la Virgen, aunque la mayor parte de la feligresía le dice "santa Isabel".


Retablo mayor:

La otra imagen corresponde al san Juan del altar mayor de la iglesia parroquial. Una imagen traída desde Ourense por varios hombres, entre los que se contó mi difunto abuelo Manuel. No sé cómo la transportarían, pero los caminos de entonces no eran nada buenos. La prensa de las primeras décadas del siglo pasado nos dibujan un paisaje desolado en cuanto a las comunicaciones de este lado de la provincia. Tanto por el lado de Cortegada como por el de Remuíño, Arnoia. Malas o inexistentes carreteras, paso de ríos en barca, por falta de puentes, y un ejercicio mínimo de las fuerzas políticas en orden a solucionarlo.

Tallada en madera, es de bella factura y acabado, con su manto rojo sobre los hombros y su pelliz de piel de oveja. Mirada a lo alto y brazo derecho hacia la misma posición, acompañado de un cordero acostado sobre un libro, apoyado este en un tronco vegetal.

A mi parroquia natal solemos denominarla san Juan, por su patrono, el bautista. Lo decimos en castellano. Es interesante saber que su denominación oficial está en gallego, reconocida públicamente, tanto en los datos del Obispado de Ourense como en la Conferencia Episcopal Española.

 

Novena

A la hora de rezarla, solo se usa una parte del libro original, la primera, que consiste en una oración inicial, una propia de cada día, una segunda oración que se repite todos los días, una petición en silencio y un rezo compartido de Padre Nuestro, Avemaría y Gloria, rematando con el canto del himno al patrono. El resto de las oraciones del libro de la novena no se ha tocado, más que en alguna contada ocasión.

El libro original de la novena ya no se usa desde hace años, debido a su lamentable estado. La antigüedad y el uso terminaron desgastándolo, pero una profesora del pueblo, doña Nicasia, lo fotocopió hace años y se mantiene en uso tal fotocopia, con algunas anotaciones manuscritas mías. Nadie tiene la novena en casa, mientras que sí hay copias en muchas casas de la de san Benito. 

Respecto al libro de la novena, sabemos que hubo una edición antigua en Pamplona y que sirvió de base para ser reimpresa en Montevideo, en 1842. 23 años después aparece un texto similar, aunque enriquecido con oraciones y el himno “Benedictus”, en Valladolid, en 1865. 24 años más tarde, también en Valladolid, se imprime la misma novena, en 1889. Este último es el texto que usamos en Louredo.

Durante 9 días, se celebra la Misa, cara el final del día, y la novena se reza antes de la bendición final.


Letra del himno

El himno se canta tras el rezo de la novena en honor a san Juan bautista. Es largo y calmo, con variaciones en el tono y el volumen. Hubo épocas en que se cantó de pie, otras sentados. Generalmente, se canta con todo el pueblo de pie. Se atribuye la letra a dos sacerdotes, ahijados del párroco y vecino de Louredo, don Esteban.

Al excelso san Juan tributemos alabanzas de gloria y honor. Y su augusto poder imploremos, de Louredo, su pueblo en favor. (bis)

Tu nacer, por un ángel glorioso nos es anunciado. Y por vos, precursor venturoso, el portento de Dios humanado. Mensajero del Sol de la gracia, que bautizas a Dios humanado. Danos fuerzas, amor y eficacia, en servicio del Verbo encarnado. (bis)

Al excelso san Juan tributemos alabanzas de gloria y honor. Y su augusto poder imploremos, de Louredo, su pueblo en favor. (bis)


Día de fiesta

Una costumbre, quizás perdida, es la de dejar un barreño de agua en algún lugar al aire libre durante la noche, en la víspera de la fiesta de san Juan. No conozco que se usasen hierbas o ensalmos, sino solo que se dejaba al aire libre y se usaba, por la mañana, como agua purificadora que despejaba al despertarse. Con ella te lavabas manos y cara.

La fiesta de la natividad del bautista es el 24 de junio. Esto es una rareza a nivel litúrgico, pues es el único santo del calendario con las fiestas de nacimiento y muerte. Fuera de él, y comprensiblemente, solo la Virgen María y Jesús tienen ese honor celebrativo.


Se resaltaba el día de fiesta con dos Misas (hoy solo la de mediodía). La primera, cara las 9 de la mañana, era la denominada "das cociñeiras", porque iban muchas madres que luego, quizás, no tenían tiempo para preparar la comida. Así que don Delmiro decía esta primera Misa y, luego, a mediodía, la Misa mayor, con acompañamiento musical, tirada de "foguetes" y procesión solemne.


Precedidos por la cruz procesional, la feligresía arropa a su santo patrono con silencio, rezos y cantos. Saliendo del templo, baja por el barrio de A Torre, deteniéndose a un paso del cruceiro. Allí se reza un instante. Continuando por el Cazapedo, se detiene en la plaza homónina y allí se inciensa la imagen y se le vuelve a rezar. Pasando bajo O Outeiro y A Laxa, se regresa al Regueiro y se entra en Os Diestros. Una vuelta a la iglesia completa la procesión y se puja una anda a la entrada de la puerta mayor. A continuación, la Misa solemne. No falta un breve repique de campanas al inicio de la peregrinación y la tirada de fuegos artificiales.

 

 Era tradicional comer cordero y preparar arroz con leche de postre.

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