Todos los santos en O Rabiño 2024

 A las cinco de la tarde de una jornada muy propicia para estar al aire libre, la comunidad católica de san Benito do Rabiño y alrededores fue convocada a la festiva celebración de Todos los santos. En la misa presidida por don José Ramón Villar, se recordó a los fieles católicos que, a lo largo de los siglos, sirven incluso hoy como ejemplo de amor a Dios y al prójimo. Una muestra de los mismo la encontramos en el santoral, con su larga lista de hombres y mujeres, siglos y condiciones de vida diversos, que hicieron de su fe un faro de luz en este valle de lágrimas. Sin embargo, la celebración de este día no se queda en ellos, sino que mira más allá, a cuantos gozan del Cielo, aunque no los conozcamos o no aparezcan en la serie de los santos y beatos.

Popularmente, este día suele considerarse de difuntos, pues se aprovecha el festivo nacional para visitar los cementerios, adecentar la sepultura familiar y colocar velas y flores sobre las lápidas de los antepasados. Este hecho no lo pasó por alto el sacerdote, sino que lo aprovechó para recordar que realmente es un día festivo donde nosotros mismos nos vemos interpelados por la propia vida de quienes se entregaron a Dios antes.

El acto central fue la eucaristía, que contó con dos coros parroquiales: el propio de O Rabiño y el de Louredo. Ambos fueron intercalando un canto cada uno, empezando Louredo con el sentido "Reunidos en el nombre del Señor".


Hace años, fue matriz O Rabiño de Louredo, siendo esta aneja. Y, de hecho, todavía hoy continúa el cementerio parroquial de ambas en torno al templo dedicado a san Benito. Ambas parroquias formaban parte del arciprestazgo de Cortegada, sede del ayuntamiento, hoy integrado en el de Ribadavia, desde la reunificación arciprestal de 2013.

En la homilía, don José Ramón recordó a los difuntos, motivo por el que muchos se acercaron, para descubrir cómo nos legaron estilos de vida y una fe que hoy continuamos. Reunidos para rezar, Esta oración que, en primeiro lugar, é oración festiva, que nos invita a pensar como somos ante Deus e ante nós mesmos. Deus mira ó corazón. Os santos interceden por nós e polos nosos defuntos. Nós, crentes no Máis Alá, agardamos que os nosos defuntos xa gocen con Deus e tódolos santos. Os que saen no santoral e  tantos e tantos anónimos. Hizo, también, referencia a las bienaventuranzas, proclamadas en el evangelio: Principios de vida que non sempre son fáciles, sobre todo nunha sociedade cortoplacista ou que mira moito polo seu. Temos claro o que hai que facer, pero o camiño non sempre é fácil. Nel, contamos ca intercesión de tódolos santos.

Tras la misa, la invitación a un rezo compartido en el exterior del templo. La tarde fue propicia, con
su temperatura, alta para la época, y un sol que varias veces rompió el velo nebular celeste, dejando preciosas estampas de atardecer. Precedido por faroles y cruz, el sacerdote realizó tres paradas a lo largo del cementerio parroquial, con un responso en cada una de ellas, cantados por los coros. No faltaron en el rezo referencias a los difuntos del resto del mundo, especialmente los fallecidos en las inundaciones sufridas en Valencia.

Y, así, con los ecos del último responso en el aire, tras haber aspergido agua bendita sobre las sepulturas, terminó la celebración con la bendición final en el exterior.


 


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