San Antonio de Padua, imaxe en Louredo

Conforme se entra á igrexa parroquial de Louredo, arciprestado de Ribadavia dende 2013, o retablo da esquerda contén varios santos populares: no alto, zona central, o san Antón abade, con austeras vestiduras, a man nun caiado e, baixo a man que sostén un libro, o porquiño. Baixo el, santo Antón de Padua, santo portugués que foi bautizado Fernando, co Neno no colo. Tamén aparece así a imaxe da virxe do Carme, coroada e co escapulario. Do outro lado do franciscano, a imaxe de santa Rita, co seu hábito negro. Fixámonos hoxe no santo portugués. 


Cun sinxelo hábito que o cubre enteiro, de ribetes dourados, aparece san Antón sostendo o Neno. Mentres o santo aparece vestido, cinguido con cinto de corda rematado en borla, mostrando os tres nudos que fan referencia ás tres obrigas monásticas (os votos de pobreza, obediencia e castidade), o Neno vai espido. E pola posición dos personaxes, a pesares de ser doutor da Igrexa, o que parece falar é Xesús, mostrando quen é fonte de sabedoría e motivo de contemplación do monxe. Tres cabeciñas aladas están baixo os pés con sandalia do de Padua.

 

 

Vamos polos textos litúrxicos e pastorais, comezando por este recorte da epacta 2024

Bio da Liturxia das Horas

Nació en Lisboa a finales del siglo XII. Primero formó parte de los canónigos regulares de san Agustín, y, poco después de su ordenación sacerdotal, ingresó en la Orden de los frailes Menores, con la intención de dedicarse a propagar la fe cristiana en África. Sin embargo, fue en Francia y en Italia donde ejerció con gran provecho sus dotes de predicador, convirtiendo a muchos herejes. Fue el primero que enseñó teología en su Orden. Escribió varios sermones llenos de doctrina y de unción. Murió en Padua el año 1231.

Oración colecta, Laudes

Dios todopoderoso y eterno, tú que has dado a tu pueblo en la persona de san Antonio de Padua un predicador insigne y un intercesor poderoso, concédenos seguir fielmente los principios de la vida cristiana, para que merezcamos tenerte como protector en todas las adversidades. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

 

Do Diurnal en galego (1999) que conservo dos tempos de estudiante, fotografío este anaco, onde vai a reseña biográfica e a oración colecta, cas debidas rúbricas:

 


Tamén conservamos na casa do Outeiro un vello devocionario (Devocionario popular Redentorista, publicado no 1949), adquirido seguramente nalgunha santa misión que os Pais Redentoristas viñeron predicar pola zona. De entre os textos que ollei, seleciono este:

 


Pasando á investigación biográfica, histórica e antropolóxica, recollo uns extractos de dous textos, onde a figura do santo doutor franciscano se revisa dende diferentes perspectivas. Cada título do artigo leva ó texto completo e van acompañados de máis fotos da imaxe de Louredo. 

 

Reseña biográfica do santo, extractado de "San Antonio de Lisboa & Lisboa de San Antonio. Una relación identitaria", Isabel Dâmaso Santos, Faculdade de Letras da Universidade de Lisboa, Portugal.

 

La ciudad de Lisboa vive una relación muy íntima con la figura de San Antonio desde su nacimiento, hecho que se refleja en la designación por la que es identificado el santo en Portugal: San Antonio de Lisboa. Sin embargo, en casi todo el mundo se le conoce como San Antonio de Padua, en referencia al lugar de su muerte, ocurrida el día 13 de junio de 1231. San Antonio nació en la ciudad de Lisboa a finales del siglo XII, donde vivió sus primeros años. Posteriormente se trasladó a la ciudad de Coimbra (al norte de Lisboa) donde se convirtió al franciscanismo. En 1220 marchó a Marruecos, aunque muy pronto una serie de problemas de salud le harían volver a Lisboa. Obligado por su enfermedad, Fernando emprendió el viaje de regreso a Portugal, pero de nuevo se vería sorprendido por los acontecimientos: según la leyenda, una tremenda tempestad empujó el barco hacia la isla Sicilia, donde fue acogido en un monasterio de franciscanos. Junto a ellos empezó un camino lleno de grandeza, e incluso conoció a su fundador. Contribuyó enormemente al crecimiento y a la renovación de esta Orden que aún buscaba un lugar en el panorama de las instituciones religiosas. En realidad, fue en Italia, principalmente en la zona de Padua (allí se conservan sus restos mortales) donde San Antonio destacó en vida. No volvería a Lisboa pero una relación especial entre el santo y esta ciudad quizás empieza el día 30 de mayo de 1232, cuando el Papa Gregorio IX canonizó a San Antonio en Espoleto, Italia. 

 

San Antonio rápidamente se convirtió en un santo tan popular que se dio inicio a un conjunto de manifestaciones en su honor, especialmente en Lisboa, considerada como lugar privilegiado por haber sido la cuna de tan milagroso santo. La autenticidad de sus orígenes en el barrio lisboeta de Alfama le otorgó el estatuto de amigo cercano de los demás vecinos, que empezaron a atribuirle la capacidad de ayudarles confiándole sus problemas en espera de solución. El especialista Acácio Sanches cree que desde muy pronto, es decir, ya en la Edad Media el santo era muy requerido por los lisboetas con todo tipo de peticiones de auxilio. Según sus palabras, “podemos decir que, en Lisboa, ya era invocado por todos y para todo; y, de esta forma, la más pura y sincera piedad popular, que le pedía con gran fe su protección, empezó a ver en el santo un taumaturgo omnipresente y casi omnipotente.” 

 

Complemento cunhas liñas onde vemos a actualización e actualidade do santo, extractando "San Antonio (de Lisboa y de Padua, y de todo el mundo) en la literatura y en la cultura españolas", Isabel DÂMASO SANTOS, Universidade de Lisboa.

 

La figura de San Antonio ocupa un lugar muy especial en el imaginario colectivo y constituye un caso extraordinario de proyección internacional, por lo que el Papa León XIII le consideró el santo de todo el mundo. Inicialmente de carácter puramente religioso, y recibiendo desde pronto el apoyo de la monarquía, la devoción popular le confirió muchas y nuevas características, a lo largo de los ocho siglos de existencia, mezclándolo con otras culturas, transfigurándolo y transformándolo en un santo diferente y multifacético, más cercano a la devoción de cada uno en particular y de todos en general. El poeta portugués Fernando Pessoa, dirigiéndose a San Antonio, le decía «Tu és tu / como nós te figuramos» 

 

La tradición del Pan de San Antonio tiene su origen en uno de los muchos prodigios atribuidos a San Antonio. Se cuenta en el capítulo X de la Vita Rigaldina, fuente histórico-hagiográfica del siglo XIV, que un niño, dejado sólo cerca de un recipiente lleno de agua, cayó dentro y se ahogó. La madre, desesperada, recurrió a su fe al santo e hizo el voto de dar a los pobres tanto trigo como pesaba su hijo, si el niño resucitaba. Y el niño resucitó, por intercepción del santo, y su fama llegó hasta la actualidad. Nacía entonces la devoción llamada pondus pueri, en referencia al peso del niño, que consiste en una costumbre con fines benéficos, según la cual los padres prometían a San Antonio tanto pan como el peso de sus chiquillos, para que los protegiera de las epidemias y de otros males. 


Es de la mano de Rosalía de Castro que sale uno de los primeros registros escritos de la faceta casamentera del santo, una de las más recientes pero la más conocida actualmente. Su composición poética titulada “San Antonio bendito”, que integra Cantares Gallegos desde su primera edición en 1863, glosa algunos versos inspirados en la tradición popular gallega. La tradición casamentera del santo alcanza su expresión máxima con las novias de San Antonio, ceremonia que tiene lugar en la Catedral de Lisboa, la Sé, la víspera del día del santo. Esta tradición data de 1958 y fue una iniciativa del extinto periódico Diário Popular para posibilitar el matrimonio de parejas con problemas económicos. Suspendida tras la Revolución de los Claveles, en 1974, la fiesta se retomó en 1997 con el apoyo del Ayuntamiento y de varios patrocinadores, admitiendo también el matrimonio civil

 

E despois de tanto rezar e ler sobre san Antón, que vos parece rematar cun pequeno texto que transmite o Oficio de lectura católico, onde lemos parte dunha prédica daquel que ata os peixes saían da auga para escoitalo?

 


 

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