Novena san Juan de Louredo 2021 (2)

En el Nombre del Padre...

Oración inicial para todos los días

Gloriosísimo san Juan bautista, precursor de mi Señor Jesucristo, lucero hermoso del mejor Sol, trompeta del Cielo, voz del Verbo eterno, pues sois el mayor de los santos y alférez del Rey de la Gloria, más hijo de la gracia que de la naturaleza, y por todas razones príncipe poderosísimo en el Cielo, alcanzadme el favor que os pido en esta novena si fuere conveniente para mi salvación y, si no, una perfecta resignación, con una abundante gracia que, haciéndome amigo de Dios, me asegure las felicidades eternas de la Gloria. Amén.

Oración propia del día

Prodigiosísimo Juan, patrón y abogado mío, que tuviste la honra de que la madre del Verbo eterno, hecha ya sagrario del mismo Dios, os fuese a visitar. Y vos, aún encerrado en el vientre de vuestra madre, comenzasteis a dar testimonio de que había venido al mundo nuestro Redentor, pues al recibir las luces de este Divino Sol que, llenándoos de gracia, borraron de vuestra alma la mancha de la culpa original, disteis saltos de placer. Por esta excelencia y gozo que recibisteis y porque sois, como os llama san Juan Crisóstomo, sementera del Evangelio, os suplico, santo mío, me consigáis una viva y práctica fe, que es la semilla que, llevando el fruto de buenas obras, me asegurará las felicidades eternas de la Gloria. Y también os suplico me alcancéis el favor que pido en esta novena, si conviene para mi salvación. Amén.

Hacemos nuestras peticiones

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Oración final

Santísimo y humildísimo señor san Juan bautista, que siendo tanta vuestra santidad que ocupáis un lugar muy distinguido en la Gloria, y siendo tan grande que, como dice san Agustín: quien es mayor que vos no es hombre solo, sino Dios también, con todo eso dijisteis que no os convenía otra cosa que apocaros y disminuiros, y que siendo reputado por Mesías y Salvador del mundo negasteis, por vuestra humildad, aún el ser profeta, siendo más que profeta. Haced, santo mío, que yo conozca mi bajeza y que me humille con este conocimiento hasta considerarme el más indigno y peor de los hombres, sin dar entrada en mi corazón al más leve pensamiento de soberbia. Y haced, glorioso santo, que sobre este precioso cimiento de la virtud fabrique yo, con el ejercicio de las demás, un perfecto edificio de santidad, arrancando de mi corazón todos los vicios y poniendo en orden y sujección todas mis pasiones. Poderoso sois, santo mío, y aunque yo, indigno de que oigáis mis súplicas, poned los ojos en los méritos de vuestro primo Jesús y de vuestra tía María Santísima. Y, pues esta mi principal súplica es agradable a sus ojos y a los vuestros, alcanzádmela, glorioso santo, para que con ella logre yo una perfecta y santa vida, y una feliz y dichosa muerte. Y concededme también el favor que os pido en esta novena, si hubiese de ser para mayor servicio de Dios y honra vuestra. Amén.

 Imagen procesional de san Juan de Louredo

Imagen de san Juan bautista en el interior de la iglesia parroquia de Louredo, el 28 de junio de 2007, adornada su anda con flores. La planta de maíz ("milleiro") y el racimo de uvas son buenos símbolos del trabajo de los vecinos, además de los alimentos necesarios para cada día. ¿Podría verse también un guiño a la Eucaristía? Podría, pero, ojo, que el pan eucarístico se confecciona con trigo.

La imagen pasa delante del cruceiro de A Torre y está a un paso de la "molinera do Silverio", mientras la cabeza de la procesión, que solía portar la cruz parroquial y los ciriales, enfila cara O Cazapedo. Generalmente, durante el trayecto, distintos vecinos llevan las andas del santo y solo cuando se llega a la puerta del templo se subastan, únicamente para introducir la imagen a su lugar prominente, al lado del altar.

San Juan en el evangelio según san Mateo 

El profesor José Luis Sicre, en un artículo de 1991, al tratar temas selectos del evangelio de san Mateo se ocupó de la figura del bautista. Extraigo algunos párrafos, pero puedes leer su texto completo AQUÍ. 

Mateo ha dejado al niño en Nazaret. Pero no se extiende en más detalles. Para él, lo importante es el momento en que el Mesías comienza su actividad. Pero, antes de hablar de ella, construye una especie de tríptico introductorio, esencial para conocer a ese Mesías del que nos habla. Estas tres escenas inciales son la predicación de Juan Bautista, el bautismo de Jesús y las tentaciones. 

Antes de presentarnos a Jesús adulto, Mt, igual que Mc y Lc, nos hablan de Juan Bautista. Si el evangelio fuese una película, nos parecería una escena que retarda la acción y resta emoción. Sin embargo, la figura de Juan es esencíal por diversos motivos:

* Literariamente, porque Jesús va a que Juan lo bautice, y es preciso presentarle al lector este personaje y lo que significa.

* Históricamente, porque la figura y el mensaje de Juan son muy in­teresantes para conocer el ambiente en el que surge el cristianismo y para comprender la figura de Jesús. Porque éste no se limitará a continuar la obra del precursor, sino que la modificará en puntos esenciales.

* Teológicamente, porque Juan, desde el punto de vista cristiano, no es un simple predicador de penitencia, sino quien prepara el camino al Señor, el precursor del Mesías. En el libro de Malaquías se dice: "Mirad, yo envío un mensajero a prepararme el camino" (3,1). Y poco más adelante: "Yo os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible" (3,23). Con esto se difunde entre ciertos grupos judíos la idea de que antes de que aparezca el Mesías vendrá un gran prsonaje a preparar su actividad. Este es el papel que, según los cristianos, cumple Juan Bautista. Tan importante, que deben decir algo de él.

A propósito de este personaje, Mt ofrece: momento histórico de su apa­rición, lugar, mensaje, cumplimiento de la profecía, forma de vida, actividad, enfrentamiento con fariseos y saduceos.