San Juan de Louredo 22/06/2024

En el discurrir de este sábado 22 de junio de 2024 llegamos al apogeo de las fiestas en honor a san Juan de Louredo, pues a mediodía se celebró la procesión y Misa cantada, complementada con la cena popular y música de esta noche en la plaza de O Tabolado.

 

Cuando sucede que el día propio cuadra por la semana, como este año, los festejos se concentran en el fin de semana, aunque ello no significa que se olvide el día marcado en la epacta, el calendario oficial de la Iglesia. Esta nos marca el lunes 24 como la solemnidad del nacimiento de san Juan bautista. Al considerarse el precursor del mesías, colocan su fiesta 6 meses antes del nacimiento de Jesús. 


Esto es una rareza litúrgica, ya que a los santos los solemos celebrar en el día de su muerte (dies natalis, o día de nacimiento para el Cielo). Así que ya podemos hacernos una idea de la importancia que la tradición católica ha concedido al patrono de nuestro pueblo de Louredo.

Tras los tradicionales avisos de las campanas (les decimos toques, para definir 3 avisos consecutivos, siendo los "tres toques" el de inminente comienzo del rito), el pasacalles a cargo de los gaiteros Furafoles y el lanzamiento de fuegos artificiales, don José Ramón, párroco del pueblo, advertía del inicio de la procesión, pidiendo voluntarios para llevar los diferentes elementos: incensario, naveta, cruz y santo (4 andas de madera). 

También presentó al oficiante principal, don Julio, párroco en A Arnoia. Y salimos en procesión, diferenciándose esta de la de otros años en que solo nos detuvimos en la plaza de O Cazapedo para el tradicional rezo por los difuntos y las necesidades del pueblo, el mundo y la Iglesia. Tras ellas, la incensación a la imagen procesional de san Juan y seguir trayecto a la iglesia parroquial.


La ruta fue la misma de siempre: salida por el barrio de A Torre, pasando delante del crucero y de A Pena, parando en O Cazapedo, para luego retomar y seguir por A Crespa, O Regueiro y ya el terreno de Os Diestros, parando un instante en la puerta mayor de la iglesia para pujar las andas del santo y entrar para la celebración de la Misa cantada.


De reseñar es la preciosa alfombra de flores que, una vez más, han trabajado algunas vecinas hasta las dos de la madrugada. Un detalle que luego agradecería don José Ramón, junto con la profunda limpieza que realizaron el pasado jueves.


En la homilía, don Julio prometió brevedad (no llegó a los 4 minutos) y, tras una historia para atraer la atención, comentó: Na nosa vida temos que rezar, como extensión da nosa fe, como manifestación de que cremos que un día imos resucitar. A seguir, mostró el ejemplo de san Juan bautista, y las recomendaciones que fue dando a diferentes personajes de la vida pública de entonces. Ó final vannos examinar do amor. Si vestimos ó desnudo, si demos de comer a quen o necesitaba, visitar ós enfermos. Que difícil é visitar un enfermo que non é da familia. Esa soledad non deseada de tanta xente. De esas obras cotidianas, humanitarias, pasó al tema de la oración, mostrando un camino sencillo, sobre todo si hay escasa práctica en la oración personal: rezar todas as noites. Y remataba con un triplete bien sencillo de aprender: rezar, rezar e rezar.

 

 

Al final de la Misa, el rezo de la novena, que dirigió don José Ramón y que concluyó con el himno a san Juan de Louredo, ejecutado con cariño por el coro, apoyo precioso para las voces del resto de vecinos.

Tras esto, antes de salir, la presentación de la sencilla hoja informativa que realicé y el reparto de la misma.


 

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