Santa Rita, imagen en Louredo

Santa Rita: 22 de mayo

- La imagen en la iglesia parroquial de Louredo, arciprestado de Ribadavia

 

 - Desde la liturgia de la Iglesia


 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 Recorte de la epacta 2024, con la memoria libre dedicada a santa Rita

Bio

Resplandeció en Umbría, en el siglo XV. Casada con un hombre violento, soportó pacientemente sus crueldades logrando reconciliarlo con Dios. Después, privada de marido e hijos, ingresó como religiosa en un monasterio de la Orden de San Agustín. Dando a todos un sublime ejemplo de paciencia y compunción, murió antes del año 1457.

 
Oración colecta, Laudes

Te pedimos, Señor, que nos concedas la sabiduría y la fortaleza de la cruz, con las que te dignaste enriquecer a santa Rita, para que, compartiendo en las tribulaciones la pasión de Cristo, podamos participar mas íntimamente en su misterio pascual. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

- Mª del Pilar Alastrué, en Año Cristiano, 2002



Biografía extractada de la página Vatican News:

Es en la pequeña aldea de Roccaporena, en Umbria (Italia), dónde muy probablemente nace en 1371, Margarita Lotti, llamada en diminutivo “Rita”. Los padres, modestos campesinos y ganaderos, se esfuerzan por darle una buena formación escolar y religiosa en la vecina Casia, donde la instrucción está a cargo de los frailes agustinos. En tal contexto, madura su devoción por San Agustín, San Juan Bautista y Nicolás de Tolentino, que Rita elige como sus santos protectores.
Rita esposa y madre

Alrededor de 1385 se casa con Paolo di Ferdinando di Mancino. Conflictos y rivalidades políticas son los rasgos que caracterizan la sociedad de ese momento; también el marido de Rita se ve envuelto. Pero la joven esposa, con la oración, su llaneza y con la capacidad de pacificar aprendida de los padres, lo ayuda poco a poco a vivir una conducta más auténticamente cristiana. Con el amor, la comprensión y la paciencia, la relación de Rita y Paolo se convierte en una unión fecunda, bendecida con la llegada de dos hijos varones: Giangiacomo y Paolo María. A este sereno hogar se contrapone sin embargo la espiral de odio de las facciones de la época. El esposo de Rita se encuentra inmerso por vínculos de familia y es asesinado. Para evitar ver a los hijos empujados a la venganza, les esconde la camisa ensangrentada del padre. 

En su corazón, Rita perdona a los que han matado a su marido, pero la familia de Mancino no se resigna, hace presión; se desatan los rencores y las hostilidades. Rita no deja de rezar para que no se derrame más sangre, y hace de la oración, su arma y su consuelo. Aún así, las tribulaciones no disminuyen. Una enfermedad provoca la muerte a Giangiacomo y a Paolo María, y su único consuelo es pensar en la salvación de sus almas.

Sola, Rita comienza una vida de oración aún más intensa por sus queridos difuntos, pero también por la familia Mancino, para que perdonen y encuentren la paz. A la edad de 36 años pide ser admitida entre las monjas agustinas del Monasterio de Santa María Magdalena de Casia, pero su solicitud es rechazada: las religiosas, tal vez temen que con el ingreso de Rita – viuda de un hombre asesinado- puedan poner en peligro la seguridad de su comunidad. Las oraciones de Rita, y la intercesión de sus santos protectores, traen por el contrario, la pacificación entre las familias envueltas en el asesinato de Paolo di Mancino, y después de tantos obstáculos, por fin es admitida en el monasterio. Se cuenta, que durante el noviciado, la abadesa para probar la humildad de Rita, le hace regar un leño seco y que su obediencia, es premiada por Dios, con una vid exuberante. A lo largo de los años, Rita se distingue como una religiosa humilde, que pone gran celo en la oración y en los trabajos que le son encomendados, capaz de frecuentes ayunos y penitencias. Sus virtudes se hacen conocidas incluso fuera de los muros del convento, sobre todo en lo que se refiere a las obras de caridad a las que se dedica Rita al lado de sus hermanas, que unen a la vida de oración, las visitas a los ancianos, el cuidado de los enfermos y la asistencia a los pobres. 

La santa de las rosas Cada vez más inmersa en la contemplación de Cristo, Rita pide poder participar en su Pasión, y en 1432, absorta en la oración, se encuentra sobre la frente, la herida de la corona de espinas del Crucificado. El estigma, persiste hasta su muerte, durante 15 años. En el invierno que precede a su muerte, Rita enferma y postrada en el lecho, le pide a una prima que ha venido de visita desde Roccaporena, que le traiga dos higos y una rosa del huerto de la casa paterna. Es el mes de enero, la mujer le sigue la corriente, pensando en el delirio de la enfermedad. Cuando vuelve, encuentra estupefacta, los higos y la rosa, y los lleva a Casia. Para Rita, son el signo de la bondad de Dios que ha acogido en el cielo a sus dos hijos y al esposo. Rita expira la noche del 21 al 22 de mayo del año 1447. A causa del olor de santidad inmediatamente después de su muerte, el cuerpo nunca fue sepultado. Hoy día es custodiado por una urna de cristal.

-  Recortes varios

Imagen en la iglesia parroquial de san Juan (bautista) de Louredo


Oración de un Devocionario Popular redentorista, publicado en 1949 y conservado hasta la actualidad en O Outeiro, Louredo.

 

De la Audiencia General de Juan Pablo II el sábado 20 de mayo de 2000

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