San Benito do inverno 2024 IV

VERSOS AL GLORIOSO SAN BENITO 


ESTRIBILLO


El que quiera conseguir
ser de los cielos bendito,
al glorioso san Benito
con fervor ha de pedir.


Aún no era venido a suelo
Benito, cuando a Dios ama,
Y en su espíritu derrama
Su alma pura y excelente,
El que al vicio ha de hacer frente
Y al infierno resistir.


Al glorioso etc.


Otro Bautista inocente,
Desde la más tierna edad,
Huyendo a la soledad,
Hace vida penitente,
El que quiera santamente
En todos tiempos vivir.


Al glorioso etc.


Para el pueblo peregrino
Sonó en el Sinaí la ley;
Y a los monjes, clara grey
De Benito, en el Casino. 

 


SANCTORUM ALTRIX. En el XV centenario del nacimiento de san Benito 11/7/1980 CARTA APOSTÓLICA DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II en el XV centenario del nacimiento de san Benito

Llevando vida solitaria en algunos lugares y purificándose en la prueba de la tentación, llegó a abrir completamente su corazón a Dios. Impulsado por el amor divino, reunió a otros hombres con los cuales, como padre, siguió "la escuela del servicio del Señor". Y así, "con el sabio uso de los instrumentos de las buenas obras", unido al sentido del propio deber, él y sus discípulos constituyeron una pequeña sociedad cristiana, donde finalmente -como dijo nuestro predecesor Pablo VI- "reinaba el amor, la obediencia, la inocencia, el ánimo libre de las cosas y el arte de usarlas rectamente, la primacía del espíritu, la paz; en una palabra, el Evangelio".

Poniendo en práctica todo lo bueno que había en la tradición eclesial de Oriente y de Occidente el Santo de Nursia se elevó a la consideración del hombre en su totalidad e inculcó su dignidad irrepetible como persona.

Cuando murió, en el año 547, ya habían quedado puestos los sólidos fundamentos de la vida monástica que, especialmente después de los Sínodos de la época carolingia, se convirtió en el monaquismo occidental. El cual, después, a través de las abadías y las otras casas benedictinas, difundidas por todas partes, constituyó la estructura de la nueva Europa; de Europa, decimos, a cuyas "poblaciones, extendidas desde el mar Mediterráneo hasta Escandinavia, desde Irlanda hasta las llanuras de Polonia, los hijos de este Santo llevaron, con la cruz, con el libro, con el arado, la civilización cristiana"
.

RECORTE DE PRENSA

Breve apunte sobre la fiesta de inicios de primavera

La Región : diario independiente, de intereses generales, de noticias y avisos: Ano 61 Número 18722 - 1970 marzo 26


 

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