San Benito do inverno 2024 III

Deprecación final que todo el pueblo, junto con el presidente, declama al unísono

 

Yo os saludo oh Benito, fiel discípulo de Cristo; yo os saludo, doctor y predicador de la verdad; yo os saludo, Abad de Abades, padre y pastor de la grey escogida de los monjes, amparo de la Iglesia y de todo el pueblo cristiano. Tuyo quiero ser, para que con tu ayuda, sea de Jesús mi Criador y amante Redentor. No permitas que yo sea excluído de tu patrocinio. Ampara a la Sede apostólica; defiende de sus enemigos visibles e invisibles a nuestra España, y a todos tus devotos que a tus pies están postrados. Pide a Dios por todos, para que nos gocemos de tu protección en esta vida, y de tu gloriosa compañía en la otra. Amén.


 

 

SANCTORUM ALTRIX. En el XV centenario del nacimiento de san Benito 11/7/1980 CARTA APOSTÓLICA DEL SUMO PONTÍFICE JUAN PABLO II en el XV centenario del nacimiento de san Benito

En toda religión siempre hubo hombres que, "esforzándose por calmar en cualquier modo las inquietudes del corazón humano", fueron atraídos especialmente hacia lo Absoluto y lo Eterno. Entre ellos, por lo que respecta al cristianismo, sobresalen los Monjes que, ya en los siglos III y IV, habían instituido, en algunas regiones de Oriente, una propia forma de vida, tendiendo a realizar, por inspiración divina, a ejemplo de Cristo, "dedicado a la contemplación sobre el monte", o una vida solitaria y apartada, o la entrega al servicio de Dios en una convivencia de caridad fraterna.

Desde Oriente, la disciplina monástica penetró después en toda la Iglesia y alimentó el saludable propósito de otros que, conservando las formas de la vida religiosa, imitaban al Salvador que anunciaba a las multitudes el Reino de Dios y convertía a vida mejor a los pecadores.

En un momento en que, a causa de ese espiritual fermento, la Iglesia iba creciendo, mientras que la civilización romana, ya decrépita, decaía -poco antes, efectivamente, se había derrumbado su imperio occidental-, hacia el año 480 nacía en Nursia San Benito. "Bendito, que tal era por gracia y por su nombre, teniendo ya desde su infancia un corazón adulto", y "deseoso de agradar solamente a Dios", se puso a la escucha del Señor, que buscaba su operario, y venciendo, con el Evangelio por guía, las dudas que surgieron en su ánimo al comienzo, recorrió "caminos duros y ásperos", es decir, se encaminó "por la senda estrecha que conduce a la vida".


RECORTE DE PRENSA

Donde leemos una crónica del san Benito "do inverno" de 1967. ¿Quién se anima a redactar la de 2024?

La Región : diario independiente, de intereses generales, de noticias y avisos: Ano 58 Número 17791 - 1967 marzo 28

 

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