Novena san Juan de Louredo 2021 (9)

Novena san Juan de Louredo 2021 (9) 

En el Nombre del Padre...

Oración inicial para todos los días

Gloriosísimo san Juan bautista, precursor de mi Señor Jesucristo, lucero hermoso del mejor Sol, trompeta del Cielo, voz del Verbo eterno, pues sois el mayor de los santos y alférez del Rey de la Gloria, más hijo de la gracia que de la naturaleza, y por todas razones príncipe poderosísimo en el Cielo, alcanzadme el favor que os pido en esta novena si fuere conveniente para mi salvación y, si no, una perfecta resignación, con una abundante gracia que, haciéndome amigo de Dios, me asegure las felicidades eternas de la Gloria. Amén.

Oración propia del día

Purísimo y pacientísimo Juan, dulce patrón y abogado mío, mártir glorioso que, perseverando invencible en persuadir lo bueno y reprender lo malo, fuisteis puesto en prisiones. Y dando vuestra inocente garganta al cuchillo llevaron vuestra cabeza a aquel convite, o teatro de impureza, en donde, cerrados los ojos, más por no ver lo impuro que porque estabais muerto, reprendisteis nuevamente el vicio. Y pues sois, santo mío, el mayor general de Cristo que, con vuestra inocente sangre, delineasteis el campo de su pasión y el del valeroso ejército de sus mártires, por estas singulares excelencias os suplico me consigáis la virtud de la pureza y la castidad con el don de la perseverancia y que, por este medio, logre acompañaros eternamente en la Gloria. Y concededme también el favor que os pido en esta novena, si me conviene. Amén.

Hacemos nuestras peticiones

 Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Oración final

Santísimo y humildísimo señor san Juan bautista, que siendo tanta vuestra santidad que ocupáis un lugar muy distinguido en la Gloria, y siendo tan grande que, como dice san Agustín: quien es mayor que vos no es hombre solo, sino Dios también, con todo eso dijisteis que no os convenía otra cosa que apocaros y disminuiros, y que siendo reputado por Mesías y Salvador del mundo negasteis, por vuestra humildad, aún el ser profeta, siendo más que profeta. Haced, santo mío, que yo conozca mi bajeza y que me humille con este conocimiento hasta considerarme el más indigno y peor de los hombres, sin dar entrada en mi corazón al más leve pensamiento de soberbia. Y haced, glorioso santo, que sobre este precioso cimiento de la virtud fabrique yo, con el ejercicio de las demás, un perfecto edificio de santidad, arrancando de mi corazón todos los vicios y poniendo en orden y sujección todas mis pasiones. Poderoso sois, santo mío, y aunque yo, indigno de que oigáis mis súplicas, poned los ojos en los méritos de vuestro primo Jesús y de vuestra tía María Santísima. Y, pues esta mi principal súplica es agradable a sus ojos y a los vuestros, alcanzádmela, glorioso santo, para que con ella logre yo una perfecta y santa vida, y una feliz y dichosa muerte. Y concededme también el favor que os pido en esta novena, si hubiese de ser para mayor servicio de Dios y honra vuestra. Amén.

Portadas de las tres novenas conocidas con similar texto

 

Las tres novenas conocidas que el paso de los años y las diferentes investigaciones me han dado a conocer y que os voy compartiendo durante estas entregas de la novena a san Juan de Louredo. Aunque habrá que compararlas y conocerlas un poco más, sabed que la primera (izquierda) está digitalizada y disponible en la Red, que la segunda (centro) la he compartido en parte en las entradas de este mes, junto al texto que se corresponde a la tercera (derecha). Esta es la novena que se usa en Louredo. Desde hace años se utiliza un fotocopia de doña Nicasia, pues el original se caía a trozos. El texto que os fui poniendo es prácticamente el del libro, modificado ligeramente para adaptar la grafía y la puntuación al castellano actual. Pero en un álbum que tengo público en Facebook no tendréis problema en comparar el texto escrito con el original fotocopiado.


Juan bautista da testimonio de Jesús en el evangelio de Juan

Como último texto os propongo esta sencilla conclusión a un artículo denso, con muchas citas y autores diferentes, donde se estudia el testimonio de Juan bautista acerca de Jesús, al decir que es el cordero de Dios. Son líneas que pertenecen a "TESTIMONIO DE JUAN EL BAUTISTA (Jn 1, 19-36). ANÁLISIS EXEGÉTICO DE Jn 1, 29", de José Antonio Jáuregui. Como estas últimas tardes, el artículo completo está a un clic en el título resaltado.

El testimonio del Bautista con toda su complejidad literaria y su larga historia de formación viene a ser un ejemplo elocuente de cómo los relatos de la primera parte del evangelio tratan siempre de captar al lector en un primer nivel de afirmación para transportarlo hacia el conocimiento pleno del Revelador. El testimonio del Bautista se divide en dos partes. El primer día (Jn 1, 19-28) el Bautista anuncia a Jesús como a uno que es mayor que él y a quien no es digno de desatarle la correa de su sandalia. Coincide con el testimonio de los Sinópticos (Mt 1, 7-8 par.; Hch 13, 25). Pero el segundo día (1, 29-34) el Bautista profundiza su testimonio. De una delimitación negativa pasa a una apreciación positiva: el Espíritu le ha revelado que es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y el Hijo preexistente de Dios (1, 29.34.36). El lector es invitado de esta manera a pasar desde el testimonio clásico del Bautista al testimonio propiamente joánico —un testimonio que despliega la verdadera dimensión del creer—. Este itinerario del creer se vuelve a encontrar en todos los capítulos de Jn 1-12. Y encuentra su razón de ser más explícita en el primer colofón del IV evangelio (20, 31), que resume perfectamente la intención del autor.

«Se ha escrito esto para que creáis (mejor) que Jesús es el Cristo,
el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su Nombre».

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