Louredo en el Ensenada página 2

Louredo en el catastro de Ensenada

Página 2

Unas líneas de historia de la formación del catastro de Ensenada:

El 10 de octubre de 1749, Zenón de Somodevilla y Bengoechea, marqués de Ensenada y ministro de Hacienda desde 1743, consiguió un real decreto para poner en marcha uno de sus más vastos y deseados proyectos: el inmortalizado con su nombre como Catastro de Ensenada.

Con él pretendía llevar a cabo la necesaria reforma fiscal que distribuyera la carga fiscal entre los vasallos de modo proporcional a la riqueza estable de cada uno, que redujera a un único impuesto la diversidad de gravámenes con su consiguiente multiplicidad de normativas y procedimientos y que, finalmente, acabara con los privilegios fiscales de nobleza y clero. El paso previo para establecer esta única contribución fue la realización de un catastro universal, que incluyó casi 15.000 términos locales de los territorios de la Corona de Castilla con el objetivo de averiguar y registrar la renta estable de cada hogar. El control del proceso descansó en la Real Junta de Única Contribución que, a nivel territorial, encargó esta misión a los intendentes de provincia. Cada intendencia formó, a tal fin, uno o más equipos catastrales denominados «audiencias» bajo la presidencia de un juez-subdelegado. Para dar veracidad y fiabilidad al resultado del proceso se prohibió que sus miembros fueran vecinos o tuvieran intereses en las localidades a catastrar. Las averiguaciones se ejecutaron sustancialmente entre 1750-1754, si bien la no se concluyeron completamente hasta 1757.

Texto completo y fuente de este fragmento, AQUÍ.

Siguiendo la transcripción que el joven historiador, doctor Rodrigo Pousa, realizó desinteresadamente de las 4 primeras páginas referidas a Louredo, paso a compartir la segunda de ellas.

Página 2 catastro Ensenada Louredo
Alastri abad y cura propio de la feligresía de san Benito de la Arnoya de la que es el pre citado lugar y coto de Loredo, comparecieron don Lorenzo Suárez, teniente corregidor y justicia ordinaria en dicha jurisdicción de Milmanda, Juan Antonio Rebollo, escribano de número y ayuntamiento de ella, don Pedro Vergara, vecino de la feligresía de Pontedeva, don Antonio Rodríguez, de la de san Pedro de Poulo, que son de esta dicha jurisdicción de Milmanda, y don Pedro Espada, vecino del lugar de Almariz que es de la jurisdicción de Paizás y encomuiña. Peritos nombrados por su merced Bartolomé Álvarez, Francisco González y Manuel Martínez. Peritos nombrados por dicha justicia. Unos y otros de buena fama y opinión, conocimiento y práctica de las personas, casas, tierras, número de ganados, calidades, cabidas, frutos, cultura, artes, oficios, 

Comentarios