Martirio de san Juan bautista Día V
En el Nombre del Padre...
Oración inicial para todos los días
Gloriosísimo san Juan bautista, precursor de mi Señor Jesucristo,
lucero hermoso del mejor Sol, trompeta del Cielo, voz del Verbo eterno,
pues sois el mayor de los santos y alférez del Rey de la Gloria, más
hijo de la gracia que de la naturaleza, y por todas razones príncipe
poderosísimo en el Cielo, alcanzadme el favor que os pido en esta novena
si fuere conveniente para mi salvación y, si no, una perfecta
resignación, con una abundante gracia que, haciéndome amigo de Dios, me
asegure las felicidades eternas de la Gloria. Amén.
Oración propia del día
Hacemos nuestras peticiones
Padre Nuestro, Ave María y Gloria.
Oración final
Santísimo y humildísimo señor san Juan bautista, que siendo tanta vuestra santidad que ocupáis un lugar muy distinguido en la Gloria, y siendo tan grande que, como dice san Agustín: quien es mayor que vos no es hombre solo, sino Dios también, con todo eso dijisteis que no os convenía otra cosa que apocaros y disminuiros, y que siendo reputado por Mesías y Salvador del mundo negasteis, por vuestra humildad, aún el ser profeta, siendo más que profeta. Haced, santo mío, que yo conozca mi bajeza y que me humille con este conocimiento hasta considerarme el más indigno y peor de los hombres, sin dar entrada en mi corazón al más leve pensamiento de soberbia. Y haced, glorioso santo, que sobre este precioso cimiento de la virtud fabrique yo, con el ejercicio de las demás, un perfecto edificio de santidad, arrancando de mi corazón todos los vicios y poniendo en orden y sujección todas mis pasiones. Poderoso sois, santo mío, y aunque yo, indigno de que oigáis mis súplicas, poned los ojos en los méritos de vuestro primo Jesús y de vuestra tía María Santísima. Y, pues esta mi principal súplica es agradable a sus ojos y a los vuestros, alcanzádmela, glorioso santo, para que con ella logre yo una perfecta y santa vida, y una feliz y dichosa muerte. Y concededme también el favor que os pido en esta novena, si hubiese de ser para mayor servicio de Dios y honra vuestra. Amén.
Jesús bautizó, pero solo a Juan se le reconoce como "el bautista"
J. P. Meier nos introduce a la pregunta acerca del bautismo de Jesús. Esta práctica no le define, quizás solo lo hizo una temporada o cuando tenía ocasión, pero sí define a Juan, al que todos conocemos como "el bautista". Bautizar, sumergir en agua al neófito, sí es definitorio de Juan.
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