Noveno día de novena a san Juan de Louredo 2020

Noveno día de novena a san Juan de Louredo 2020




Llegamos a la víspera de la fiesta y ofrecemos, una vez más, las dos versiones de la oración de hoy: Montevideo y Valladolid (la que usamos en Louredo). Con esta, termina la novena y, tras esta noche que muchos dicen "mágica", mañana será la fiesta del nacimiento de san Juan bautista. Era tradición, en Louredo, dejar una tina o caldero con agua al relente de la noche. Se recogía a primera hora y todos los de casa se lavaban la cara con ella. En tiempos de don Delmiro se celebraba una Misa temprano, "a Misa das cociñeiras" le decía él (q.e.p.d.), dejando la procesión y Misa mayor para el mediodía. Una procesión larga, que salía del templo parroquial y llevaba la pequeña imagen de san Juan por A Torre, O Cazapedo y O Regueiro, finalizando en ritual giro en Os Diestros, antes de ser pujadas las andas y volver al presbiterio, donde estaba expuesta toda la novena.




San Agustín compara a Jesús y Juan

De sus sermones, extraigo:

La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo sagrado y él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja; celebramos el nacimiento de Juan y el de Cristo. Ello no deja de tener su significado, y, si nuestras explicaciones no alcanzaran a estar a la altura de misterio tan elevado, no hemos de perdonar esfuerzo para profundizarlo, y sacar provecho de él.

Juan nace de una anciana estéril; Cristo, de una joven virgen. El futuro padre de Juan no cree el anuncio de su nacimiento y se queda mudo; la Virgen cree el del nacimiento de Cristo y lo concibe por la fe. Esto es, en resumen, lo que intentaremos penetrar y analizar; y, si el poco tiempo y las pocas facultades de que disponemos no nos permiten llegar hasta las profundidades de este misterio tan grande, mejor os adoctrinará aquel que habla en vuestro interior, aun en ausencia nuestra, aquel que es el objeto de vuestros piadosos pensamientos, aquel que habéis recibido en vuestro corazón y del cual habéis sido hechos templo.

Juan viene a ser como la línea divisoria entre los dos Testamentos, el antiguo y el nuevo. Así lo atestigua el mismo Señor, cuando dice: La ley y los profetas llegaron hasta Juan. Por tanto, él es como la personificación de lo antiguo y el anuncio de lo nuevo. Porque personifica lo antiguo, nace de padres ancianos; porque personifica lo nuevo, es declarado profeta en el seno de su madre. Aún no ha nacido y, al venir la Virgen María, salta de gozo en las entrañas de su madre. Con ello queda ya señalada su misión, aun antes de nacer; queda demostrado de quién es precursor, antes de que él lo vea. Estas cosas pertenecen al orden de lo divino y sobrepasan la capacidad de la humana pequeñez. Finalmente, nace, se le impone el nombre, queda expedita la lengua de su padre. Estos acontecimientos hay que entenderlos con toda la fuerza de su significado
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Juan profeta y más que profeta en la 'Leyenda de oro'

Un extracto de una conocida obra de siglos pasados, donde se iba ocupando, día a día, de las vidas de los santos. La edición que recorto es la 1853, una fecha intermedia entre las de las novenas. Dice así 'La leyenda de oro para cada día del año'.



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